El único y más grave pecado de los indígenas fue enfrentar a los que vinieron de fuera a adueñarse de sus tierras y sus riquezas con tanta violencia y tanta crueldad que asombrados aquí en Kiskeya, que fue donde los conquistadores estrenaron el horror, los indígenas optaron por los suicidios colectivos, en huir hacia los montes y montañas hasta donde fueron perseguidos y asesinados hasta no dejar vestigio de su raza, la extinguieron.
Lo más paradójico de esta historia es que nuestros indígenas que sólo defendían sus territorios, a los suyos, fueron estigmatizados hasta el día de hoy como como bandidos inhumanos y crueles a los que había y hay que perseguir hasta exterminarlos.
Después de más de cinco siglos, muy poco ha cambiado la historia. aún hoy, en este mismo instante son discriminados, perseguidos y asesinados para quitarles lo poco que les han dejado.
Debemos seguir haciendo esfuerzos por todo el continente para cambiar esa realidad. para que los pueblos indígenas recuperen su identidad, su patrimonio cultural, sus territorios usurpados, su derecho a la autodeterminación, su derecho a vivir en sus tierras, su derecho a ser respetados por el hombre supuestamente civilizado que mira con codicia destructiva los territorios que aún estos conservan.
Domingo Acevedo,
Foto tomada de la red.
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